Este sentimiento social llamado empatía es una de las cualidades que nos distingue a los seres humanos. Es el primer paso hacia la comprensión y la generosidad que nos impulsa a no emitir juicios y a escuchar activamente a los demás intentando ver el mundo desde su perspectiva. Consiste en ponerme en los zapatos del otro.
Pero cuando se desdibuja una línea muy fina entre lo que viven los otros y tu propia experiencia, estamos hablando de otra cosa que no es otra cosa que la hiper-empatía. Esta despierta desconcierto, agotamiento emocional y frustración y entiendes que los zapatos del otro no te van bien.
Este pegamento social llamado empatía no puede hacerte prisionero de los sentimientos ajenos. Para ello acompañarte de la ecpatia te ayudará a regular el contagio de las emociones y sentimientos a partir de lo que viven los demás. En definitiva, se trata de ser conscientes y plenamente participes de emociones ajenas, pero sin salirnos de nuestros zapatos.